¿Tiempo de gracia?

¡A todos nos ha pasado en alguna ocasión que mientras nos disponemos a tender la ropa en el cordel, algo sucede, la ropa se cae y se ensucia o ya está la ropa tendida y se cae el cordel! (Lloramos jajaja) Y luego de enojarnos, entristecernos o cuestionarnos acerca de ¿qué pasó?, no hay otra opción que recoger la ropa e iniciar otra vez el proceso de lavado.  

Si a ti te duele volver a lavar la ropa luego de ya estar lista para tenderla, imagínate como se siente Dios cuando la mayor parte de nuestra vida nos volvemos a ensuciar en el lodo cenagoso del pecado, necesitamos otra vez ser limpiados con su sangre y te aseguro que, a diferencia de nosotrosDios esta gustoso de limpiarnos y restaurarnos hasta dejarnos relucientes. Porque Él anhela nuestra purificación para poder servirle libremente. 

A veces como cristianos olvidamos que esas cosas pueden pasar, que como seres humanos nos podemos caer y ensuciar, olvidamos que existe un quita manchas potente que puede arrancar incluso el pecado más arraigado en el corazón más duro.  
En el antiguo testamente se menciona que: si nuestros pecados fueren rojos como la grana, como la nieve serán emblanquecidos y si fueran rojos como el carmesí¡serán como blanca lana!  

Dios quiere limpiarnos y quitar toda la suciedad que provoca el pecado en nuestras vidas y aunque el hombre sólo juzga y emite juicios sobre lo que está delante de sus ojos, Dios ve más allá, ve un propósito y un plan eterno. Es lamentable ver como muchos jóvenes se ven seducidos por el pecado y se van de casa (Iglesia de Cristo) y luego cuando tratan de volver se encuentran con jueces que juzgan y condenan, que olvidan que los enfermos son los que necesitan de médicos y no los sanos, olvidan que la congregación debe ser un hospital para heridos, un gimnasio para ejercitarnos en la gracia y amor de Dios, olvidan que nosotros somos los llamados a anunciar las buenas nuevas de salvación, la cercanía del reino de los cielos, olvidan la GRACIA, el maravilloso regalo inmerecido que Jesús nos hizo al morir en una cruz y resucitar para darnos entrada libre al reino de los cielos. Olvidan que ninguno era merecedor de una oportunidad y que nuestro fin era la muerte. 

Dios nos muestra en Efesios 2:46 de forma clara en qué consiste la gracia y se menciona: “Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. ¡Es solo por la gracia! Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús”. 

Así que ahora es el tiempo de recordarle a la gente que Cristo viene pronto y viene por una iglesia santa, viene por gente que reconoce que existe un quitamanchas efectivo, personas que entiendan que existe el agua y el jabón para volver a lavar con toda paciencia y amor aquellas prendas que se cayeron del cordel. 

En conclusión, Jesús es el mejor quitamanchas que existe y mientras estemos en esta tierra al igual que el Rey David podemos lavarnos, limpiarnos, purificarnos y llegar a ser hombres y mujeres conforme al corazón de Dios, ¡listos para dejar un legado de salvación que transciende por la eternidad, viviendo plenamente el tiempo de la gracia! 

 

Autor: Geovanna Gómez