Emprender no es para todos
Emprender no es fácil y ciertamente no es para todos, dentro del proceso de emprender hay muchas situaciones que se darán, algunas buenas otras malas y si no es algo que te apasiona o esta alineado con tu propósito de vida seguramente será algo que abandonarás.
Muchas personas empiezan emprendiendo por que vieron a su amiga (o), familiar o influencer que lo hace y se aventuran por simple emoción, pero esta emoción es temporal, en la primera situación complicada se esfuma y es allí donde queremos dejar todo botado y desistir, por ello emprender no es para todos y te lo voy a aclarar con un ejemplo:
Digamos que tu sueño es aprender a tocar guitarra, al inicio estas emocionado, eres muy diligente en todo lo que te toca hacer y en realidad al comienzo todo es muy sencillo, empiezas con acordes fáciles, las canciones más sencillas que puedas hacer con los primeros acordes aprendidos, todo muy lindo las primeras semanas.

Pero luego de las 2 o 3 primeras semanas te das cuenta que todo se hizo demasiado difícil, te empiezan a doler los dedos, las canciones son muy rápidas y no puedes seguir el ritmo, aparecen acordes que literalmente no te dan los dedos para alcanzar las cuerdas, y algo que comenzó fácil se puso mega complicado y entonces cuando la cosa se pone fea llega ese bajón que es decisivo para ti, tendrás que enfrentarte a 2 decisiones:
Lo dejas por que es demasiado trabajo como para continuar, era simplemente un hobby, algo temporal, o entiendes el proceso y recuerdas el sueño que tienes, analizas por qué razón empezaste, traes a memoria cuál es la meta y decides luchar para salir de ese bajón y sacar adelante eso que tanto deseaste.
Entonces ya que entendimos que emprender no es para todos porque necesitas convicción, responsabilidad, pasión por aquello que te gustaría emprender y no simple emoción de empezar; te tengo una super mega ventaja que poseemos como hijos de Dios y es que tenemos un Padre que quiere ser incluido en todos nuestros planes y proyectos, proverbios 16:3 nos dice: Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.
Entonces si tu emprendimiento es un sueño que va de la mano de Dios será Él quien te acompañará en lo bueno y en lo malo, en las alegrías y tristezas y te aseguro será el mejor socio que podrás tener en todos los ámbitos de tu vida, no solo en emprender.
Que todo lo que hagas sea de bendición para los demás.
Autor: Andrea Cruz