Hay una expresión común que manifiesta “hijo de tigre sale rayado”, Dios, Jehová de los ejércitos, es un líder por naturaleza, por lo que sus hijos e hijas, no son distintos de su Padre Celestial. El liderazgo es una de las áreas de la que Dios nos habla mucho a través de su palabra, ser líder es en la vida del creyente una regla no una excepción. No obstante si es necesario entender este aspecto en la manera como Jehová, el Padre celestial, lo entiende, para ello, utilizaremos las enseñanzas que Jesús, el hijo de Jehová, le dio a sus discípulos mientras estuvo en la tierra, debido a que mientras estuvo en este mundo Él declaró que “su doctrina no era de él sino del que lo había enviado” (Juan 7: 16), es decir, de su padre.
Cuando Jesús tuvo que enseñar sobre liderazgo a sus discípulos les expresó:
“…Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Más entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mateo 20: 25-28 Versión Reina Valera 1960)

En otras palabras lo que el sistema de este mundo entiende como liderazgo, no es lo que toda persona que cree en Cristo debe comprender, la expresión “entre vosotros no será así”, hace que las palabras que pronuncia a continuación, se constituyan en la idea primordial que el creyente debe adquirir sobre lo que es el liderazgo. Si ya leíste lo que continúa después de “entre vosotros no será así”, entonces sabes que el liderazgo es servicio.
El servicio implica humildad, sencillez y amor al prójimo; es la acción que ofrece al que la ejecuta, la oportunidad de hacer menos pesada la actividad del otro, es asumir la responsabilidad de estar dispuesto a atender las necesidades del otro o de los otros, por lo que el líder dentro de un grupo humano que ha recibido a Jesús en su corazón , no es una persona que tiene la mayor jerarquía, sino una persona que tiene una responsabilidad muy seria delante de Dios y por la cual tiene que rendir cuenta; razón por la cual no exige honores ni privilegios, sino que vive con agradecimiento Dios por la oportunidad de servir y con diligencia por las cuentas que ha de rendir.
Autor: Silvia Balón